Hoy nos adentraremos en la compleja y fascinante esfera de la hidroponía, una metodología agrícola avanzada que no solo transforma radicalmente los enfoques convencionales de cultivo, sino que también se perfila como una alternativa para un futuro agrícola más eficiente, sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Esta técnica, que prescinde del uso del suelo tradicional en favor de soluciones nutritivas acuosas, promete optimizar el uso de recursos naturales, reducir significativamente la incidencia de patógenos relacionados con el suelo y potenciar la producción agrícola en ambientes hasta ahora considerados no aptos para la agricultura.
La hidroponía, una práctica que data de antiguas civilizaciones como los babilonios y aztecas, ha recorrido un largo camino hasta convertirse en un método de cultivo sistemático y eficiente. Durante la Segunda Guerra Mundial, su utilidad se destacó en la provisión de alimentos frescos a soldados en islas carentes de suelos fértiles. Más adelante, su aplicación en la investigación espacial de la NASA durante los años 90, marcó un hito importante, estableciendo la hidroponía como un método de cultivo adaptable y eficiente.
Esta metodología ofrece una serie de ventajas significativas sobre la agricultura tradicional, así como ciertos desafíos técnicos que deben ser manejados cuidadosamente. A continuación, hablaremos de los principales sistemas empleados en el cultivo hidropónico:
- Sistemas de goteo: permiten un suministro controlado y preciso de agua y nutrientes a través de pequeños tubos directamente a las raíces. Es ideal para evitar el desperdicio de recursos.
- Aeroponía: en este sistema, las raíces de las plantas están suspendidas en el aire y se rocían con soluciones nutritivas. Esto maximiza la absorción de nutrientes y oxígeno, favoreciendo un crecimiento rápido.
- Sistema de flujo y reflujo (Ebb and Flow): involucra la inundación periódica de las raíces con solución nutritiva y su posterior drenaje, lo que permite una excelente aireación de las raíces.
- Cultura de agua profunda (Deep Water Culture, DWC): las raíces de las plantas se sumergen en una solución nutritiva oxigenada, lo que favorece un crecimiento rápido y saludable.
- Técnica de película de nutrientes (Nutrient Film Technique, NFT): utiliza una película delgada de solución nutritiva que fluye constantemente bajo las plantas, proporcionando un suministro ininterrumpido de agua y nutrientes.
En Itagra.ct hemos trabajado en la utilización de la hidroponía para la aplicación de hidrolatos con el fin de testar propiedades como biocida en diferentes tipos de cultivos. Los hidrolatos, también conocidos como aguas florales, son subproductos líquidos resultantes de la destilación de plantas aromáticas, como flores, hojas o hierbas. Estos líquidos contienen compuestos solubles en agua de las plantas, como aceites esenciales, fitonutrientes y otros componentes beneficiosos. En el contexto de la hidroponía, la utilización de hidrolatos como biocidas ofrece una alternativa orgánica y natural para enriquecer la solución nutritiva.
La aplicación de hidrolatos en la hidroponía se ha vuelto atractiva debido a su contenido nutritivo y sus propiedades biológicas. Estos líquidos pueden aportar nutrientes esenciales, como nitrógeno, fósforo, potasio y micronutrientes, que son fundamentales para el crecimiento saludable de las plantas. Además, los compuestos presentes en los hidrolatos pueden tener propiedades antimicrobianas y estimular el desarrollo radicular, contribuyendo así al bienestar general de las plantas.
Dado el importante valor medicinal y nutricional de las verduras silvestres comestibles, en los últimos años existe un interés creciente por su domesticación y explotación comercial. Es por ello que hemos utilizado el sistema hidropónico flotante para cultivar el Diente de León (Taraxacum officinale) dentro de las técnicas de propagación y cultivo de las plantas aromáticas y medicinales (PAM) en el proyecto CIRVEPAM. Estos primeros ensayos mostraron resultados prometedores con respecto a su cultivo comercial en condiciones similares a las lechugas de hidroponía.
También se ha utilizado la técnica de hidroponía para el aprovechamiento de purín líquido de cerdo como único fertilizante orgánico, observando como distintas plantas pueden absorber diferentes minerales, soportando alta salinidad. El purín se diluye adecuadamente en agua para crear una solución nutritiva que contenga los elementos esenciales para el crecimiento de las plantas, como nitrógeno, fósforo y potasio, así como otros micronutrientes. La hidroponía permite un control preciso sobre la concentración de nutrientes, lo que facilita la adaptación de la solución a las necesidades específicas de diferentes cultivos.
La adaptación de la técnica de hidroponía para hacer uso del purín como fertilizante orgánico representa una estrategia innovadora y sostenible, técnica que estamos utilizando actualmente en el proyecto PURINALIS. Al integrar este residuo orgánico en la solución nutritiva, se establece un sistema de cultivo que no solo aprovecha de manera eficaz los nutrientes presentes, sino que también disminuye la dependencia de fertilizantes químicos, contribuyendo a fomentar la salud del suelo y del medio ambiente.
La hidroponía, por lo tanto, no es solo una técnica de cultivo del futuro, sino una solución actual para una agricultura más eficiente y respetuosa con el medio ambiente. En Itagra.ct, estamos comprometidos con la innovación y la sostenibilidad, explorando continuamente nuevas fronteras en el ámbito agrícola.